Las escobillas y los limpiaparabrisas son un elemento clave para la seguridad del vehículo y conviene cambiarlas en cuanto empiezan a funcionar mal.
Últimamente, las escobillas y los limpiaparabrisas de los coches están experimentado una importante evolución con nuevos tipos adaptados a las características de cada turismo. Sin embargo, salvo que tu vehículo esté preparado para las nuevas escobillas capaces de pulverizar agua a su paso, como unas que ha desarrollado Bosch, bastará con que escojas unos limpias adecuados a tu modelo.
Eso sí, no escatimes. O lo pagarás en forma de un producto que no barrerá el agua como es debido o, casi peor, que emita un molesto chirrido cada vez que pase frente a tus ojos. Lo primero tiene una explicación sencilla: cuando la escobilla de los limpias no se adapta del todo bien a la forma de un parabrisas, deja de barrer con fuerza homogénea el agua de la superficie y así se acaban formando surcos o zonas sin desaguar.
El motivo por el que un limpiaparabrisas hace ruido puede deberse a la antigüedad de la goma o a su mala calidad. Y sino barre bien desde el principio, es que quizá se trata de un producto demasiado genérico. Cuando cualquiera de estas dos cosas te empiezan a suceder con los limpias que llevas montados en tu coche, es que ha llegado el momento de cambiarlos.
El cambio de las escobillas de los limpias es una operación sencilla, dado que en las cajas en las que viene este producto habitualmente suele haber distintos cabezales para que se puedan adaptar a la forma de las varillas de cada marca y modelo. Sin embargo, esto no siempre es así y, si tienes la más mínima duda, es mejor que consultes en tu taller mecánico.
El precio de las tres escobillas que suelen llevar la mayoría de los coches no debe exceder los 40 euros si son de una marca conocida. Como su montaje no lleva tiempo, si lo incluyes en cualquiera de las operaciones habituales de mantenimiento de tu coche, el taller no te cobrará por ponértelas.
Hay quien recomienda cambiar los limpias del coche cuando empieza el mal tiempo y es verdad que además de usarlos más, en invierno se dañan menos por la acción del sol. Sin embargo, como decíamos antes, si ves que no trabajan de manera adecuada, sea cual sea el momento del año, cámbialos porque pueden estar haciéndole surcos al parabrisas.
En verano, el sol acaba cuarteando cualquier goma que tenga expuesta el suficiente tiempo, así que la caducidad de las escobillas de los limpias está más ligada a si el vehículo se aparca en la calle que al uso del coche o a la cantidad de días de lluvia. Así, si tu vehículo siempre está estacionado en garaje, es posible que puedas estirar este componente hasta los cinco años o más.
Por otro lado, si no te quieres cargar las escobillas de los limpias del coche a la primera de cambio, conviene no maltratarlas en exceso. Para empezar, si un día estacionas debajo de un árbol y tu parabrisas aparece como el que puede verse en la imagen de arriba, lleno de resina y otros residuos, no pretendas que los limpias hagan lo que es tarea de un cubo con agua caliente, jabón y algún trapo.
Una vez la resina esté retirada de la superficie, podrás usar el sistema de limpiaparabrisas del coche que, recordemos, puede valer para limpiar un poco, pero básicamente está pensado para evacuar el agua de lluvia y asegurar la visibilidad. Lo mismo sucede con las manchas dejadas por los insectos, por eso en las gasolineras de carretera hay un cubo con agua, jabón y una espátula de goma.
En invierno, para proteger la goma de las escobillas de las heladas puedes dejarlas levantadas por la noche. Si en tu coche no se puede hacer porque el capó no deja hueco suficiente, prueba a colocar debajo de las escobillas el tapón de corcho de una botella, así, no se quedarán pegadas dentro del hielo.
Tampoco intentes descongelar los cristales con los limpias y el líquido del parabrisas o no harás más que aportar más agua congelada. Para eso está el equipo de climatización del coche y el botón de descongelación de los cristales, cuando el hielo sea agua, las escobillas de goma podrán retirarla.
El vaso de expansión del depósito de los limpias es uno de los elementos a revisar del coche cada vez que se pueda, como cuando miras las presiones. No es conveniente verter en el agua con jabón de casa, ni limpiacristales.
Sobre todo si el agua de donde vives tiene un alto contenido en cal, pueden formarse depósitos en los eyectores, que así dejan de funcionar. En caso de no usar un producto específico, en invierno, siempre conviene echar un poco del alcohol para que el agua de dentro no se congele y evitar males mayores en caso de una fuerte helada.
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