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Radar: ¿Qué diferencia hay entre un avisador, un detector y un inhibidor?
Los radares son los elementos de control de velocidad y uno de los objetos más odiados por los conductores de todo el mundo. Su condición de agente recaudador de puntos y multas ha obligado a muchos usuarios de turismos, camiones y motocicletas a buscar artefactos que les avisen de su presencia en ciudades y carreteras para evitar ser ‘cazados’.
Sin embargo, no todos los medios utilizados por los conductores para detectar los radares y eludir las multas son legales o están homologados. ¿Cuáles están permitidos y cuáles no? ¿Qué es cada uno de ellos? ¿Qué diferencias existen entre estos aparatos y qué sanciones pueden acarrear? Atentos porque os invitamos a conocer todos los detalles y evitar la pérdida de puntos y posibles multas económicas que pueden alcanzar hasta los 6.000€ de multa.
Elementos de detección de radares, ¿qué diferencias hay entre ellos?
La detección de un radar puede realizarse, básicamente, con tres elementos, a saber: el avisador, el detector y el inhibidor. Cada uno cuenta con unas características distintas, aunque el objetivo es el mismo, evitar ser cazados y que nos pongan una multa.
Avisador de radar
El primero de los detectores de radares es el avisador, un elemento legal que se encuentra integrado en los GPS que utilizamos a diario, incluido el de nuestro móvil. Se trata de bases de datos con aquellos radares fijos registrados en la DGT, por lo que nuestro avisador nos alerta de su posición cuando nos estamos acercando a él para que nos de tiempo a aminorar la velocidad.
Su aspecto negativo es que no detectan los radares móviles, es decir, los controles de velocidad que realiza la Guardia Civil o la Policía Local de forma puntual por lo que si llevamos un avisador deberemos estar atentos en todo momento y no sobrepasar la velocidad máxima permitida para cada vía.
Detectores de radares
Este dispositivo electrónico es prácticamente invisible gracias a su pequeño tamaño. El detector de radares es usado por los conductores, de forma ilegal, para conocer si las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad tienen monitorizada su velocidad, y de esta manera evitar cualquier infracción que les pudiera acarrear.
Aunque existen multitud de detectores de radares capaces de mostrar los radares fijos y móviles, únicamente pueden descubrir la actividad de las pistolas de radar Doppler. Se trata de un hándicap ya que si los agentes cuentan con otro tipo de medidor de velocidad estos dispositivos no darán la alerta que permita bajar la velocidad. Además, dada su ilegalidad, la sanción puede ser mucho mayor si encuentran este elemento en el vehículo.
Inhibidores
Otro de los dispositivos ilegales que permiten conocer y detectar la posición de radares tanto fijos como móviles es el inhibidor. A diferencia de los dos anteriores que hemos visto, estos anulan el efecto del radar imposibilitando que la Guardia Civil detecte la velocidad a la que se circula.
Eso sí, debe estar muy bien escondido si el conductor del vehículo no quiere que los agentes lo cacen y lo pillen usándolo. Esto supondría una elevada sanción económica y la pérdida de puntos, algo que veremos a continuación.
Sanciones
Como hemos visto, tanto los inhibidores como los detectores de radares son ilegales a ojos de la DGT y los agentes de la Guardia Civil y Policía Local. Por lo que su uso está prohibido y las sanciones, tanto en puntos como económica, son elevadas.
Por ejemplo, si nos pillan usando un inhibidor de radar la sanción económica ascenderá a 6.000€ y la pérdida de hasta 6 puntos. Por su parte, si los agentes encuentran un detector de radar en nuestro vehículo supondrá la pérdida de 4 puntos y tendremos que hacer frente al pago de una multa de 200€.
Nuestra recomendación para prevenir los efectos negativos de los radares es la conducción responsable y evitar riesgos innecesarios, además de utilizar elementos homologados y legales como los avisadores de radares, presentes en nuestro GPS.
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