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¿Qué puedo hacer en mi coche y qué debo dejar al taller?
Cambiar el aceite o la batería, hacer el equilibrado a las ruedas, poner una nueva correa de distribución o reponer el líquido refrigerante. ¿Qué podemos hacer en nuestro coche y qué es aquello que debemos dejar para el taller?
En ocasiones, asumimos un rol que no nos corresponde cuando tratamos de arreglar el coche, evitando ir al taller, pues no somos especialistas y ni Google ni Youtube tienen la respuesta siempre. Creernos capaces de manipular ciertas piezas o los líquidos por nuestros propios medios puede suponer un gasto excesivo y no solo en lo económico.
Debemos ser conscientes de nuestras habilidades y conocimientos y, a partir de ahí, saber qué podemos hacer y qué dejar en manos de especialistas. Además, nuestra casa no es un taller y, por tanto, no contamos con las herramientas necesarias para realizar ciertas acciones sobre el vehículo.
¿Qué puedo hacer en mi coche?
Conocidas las recomendaciones, existen una serie de acciones que, tengamos más o menos experiencia, podemos hacer. Eso sí, estamos hablando de acciones básicas y que, en caso de duda, debemos consultar a nuestro mecánico de confianza:
Reposición de limpiaparabrisas y líquido
Posiblemente el cambio más básico y sencillo de todos los que podemos realizar, incluso aquellas personas con unos conocimientos limitados. Sin embargo, es necesario saber que no todas las escobillas son iguales y que hay que fijarse, por ejemplo, si nos encontramos en una zona con un número elevado de precipitaciones al año o no.
Un pequeño truco para alargar la vida de los limpiaparabrisas es utilizar vaselina. Cuando empiecen a sonar al resbalar sobre el cristal, aplicamos una pequeña y fina capa de vaselina para que deje de rozar y evitar así, que las gomas lo rayen.
Líquido refrigerante
Se trata de uno de los elementos más importantes del motor, cuya misión es mantener la temperatura adecuada del mismo y evitar recalentamientos. Es importante conocer las características del coche y elegir el líquido refrigerante adecuado para evitar un desgaste innecesario de los componentes.
Existe un máximo y un mínimo en el recipiente donde se introduce este líquido y que debemos respetar.
Cambio de batería
A pesar de contar con una vida larga, las baterías pueden sufrir un deterioro cuando no están correctamente cargadas o la conexión de los polos no es la adecuada. En el caso en que debamos cambiarlas, es preciso hacerlo con especial cuidado, tanto para la batería como, sobre todo, para la persona que realiza el cambio.
Del mismo modo, debemos saber qué tipo de batería necesita nuestro vehículo y, en caso de la menor duda, acudir a nuestro taller para que nos aconsejen y asesoren, o que ellos se hagan cargo de dicha reparación.
¿Cuándo visitar el taller?
Respondiendo de una forma rápida y breve, en el resto de ocasiones que no son las citadas anteriormente. O, incluso, cuando nos salte alguna duda sobre algún producto o desconocemos el montaje y desmontaje de piezas en los casos previos.
Cambio de aceite
Puede parecer algo sencillo, tipo reemplazo del refrigerante o del limpiaparabrisas, pero no es así. Los componentes de cada aceite son más complejos y específicos según cada coche, por lo que un mecánico cualificado será mucho más eficiente a la hora de realizar el cambio de aceite. Al mismo tiempo, podemos aprovechar para ser curiosos y conocer más sobre nuestro vehículo y sus necesidades, preguntándole al especialista.
Equilibrado de ruedas
El equilibrado de ruedas consiste en la eliminación de cualquier tipo de vibración cuando están en movimiento sobre una superficie. Este proceso tiene como objetivo principal evitar que esas vibraciones pasen a ladirección y al volante, lo cual puede provocar un accidente.
Como observamos, se trata de una acción de gran complejidad para la cual no estamos preparados, ni por conocimientos ni por medios.
Revisión y cambio de amortiguadores
La revisión de los amortiguadores es una de esas tareas que requieren de una mano experta ya que existen una multitud de recomendaciones en función de los kilómetros y esto puede llegar a confundir al conductor.
Por norma general, los amortiguadores pueden estar en perfectas condiciones durante muchos kilómetros o, incluso, varios años. Sin embargo, si no se le dan un buen trato o surje alguna complicación antes de una revisión es necesario acudir a un taller lo antes posible por lo que cuídalos, no cargues tu coche con demasiado peso y ten especial cuidado con los bordillos.
Algunos de los problemas que pueden ocasionar unos amortiguadores en mal estado son lo siguientes:
- Mala estabilidad
- Aumento de la distancia de frenado
- Mayor desgaste de los neumáticos
Correa de distribución
La correa de distribución es el elemento que permite sincronizar el movimiento del cigüeñal y el árbol de levas. Su principal objetivo es facilitar el cierre y apertura de las válvulas del motor en el momento adecuado.
Aunque no podamos realizar nosotros el cambio, sí podemos saber cuál es el momento más adecuado para llevarlo a cabo acudiendo al taller. Normalmente, las correas de distribución tienden a tener un periodo de vida de entre los 60.000 y los 160.000 kilómetros. Esperar a que se rompa puede suponer la rotura de otras piezas y un coste mucho más elevado en la reparación.
Permutación de neumáticos
No todas las ruedas sufren un desgaste igual. El peso con el que carguemos el vehículo o dónde solemos colocar la carga, así como el tipo de carretera pueden provocar un desgaste mayor o menor en unas ruedas u otras.
A priori, puede parecer un cambio que nosotros podemos realizar con un gato y mucha paciencia, pero un especialista sabrá ver en el neumático el lugar en el que se produce el mayor desgaste y dónde debe ir colocado en la permuta.
¿Por qué acudir al taller?
Cierto es que las acciones que nosotros podemos realizar sobre nuestro coche son muy básicas, pero nadie mejor que nuestros mecánicos y talleres de confianza conoce las partes de un vehículo. Son profesionales cualificados que saben de las necesidades y cuidados que se requieren en cada momento y que buscarán la solución adecuada y económica en cada caso.
Además, gracias a la máquina de diagnosis con la que cuenta, pueden conectar el coche a un ordenador y, a través del software, conocer el estado del vehículo en un instante. Esto favorece a conocer mucho más rápido cuáles son los problemas con los que nos podemos encontrar y solucionarlos lo antes posible y de una forma más eficiente.
Por lo tanto, a la hora de reparar un vehículo, debemos pararnos a pensar qué podemos hacer nosotros y qué no. Valorar nuestras habilidades y buscar siempre a los profesionales más cualificados, porque lo barato acaba saliendo muy caro y nuestro coche se merece siempre lo mejor.
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