El verano es una de las épocas en las que más desplazamientos se realizan en nuestro país, aumentando, al mismo tiempo, las posibilidades de sufrir averías en nuestro coche. Las altas temperaturas que se dan durante estos meses, sumado a una gran cantidad de kilómetros, pueden provocar que nuestro automóvil diga basta en cualquier momento.
Ya sea descubrir nuevos lugares, visitar familiares, disfrutar de unos días en la playa o la montaña, cualquier excusa es buena para coger carretera y plantarnos en la otra punta del país. Pero, ¿tenemos nuestro vehículo preparado? ¿Es suficiente ponerlo a punto antes de emprender nuestro viaje de vacaciones? ¿Cuáles son los daños y deterioros más habituales que puede sufrir un coche?
Empezamos por resolver la última pregunta que nos hemos hecho: ¿cuáles son las averías del automóvil que ocurren con más frecuencia durante la época estival? Tal y como hemos comentado antes, las altas temperaturas que se dan son el mayor hándicap para mantener íntegro el estado del vehículo.
En algunos lugares de nuestro país encontramos máximas cercanas a los 40ºC, llegando a ser mucho mayores en el alquitranado de las carreteras, calles y demás vías de nuestra red. Este hecho provoca que los diferentes materiales que componen las ruedas sufran un desgaste mayor, pudiendo perder adherencia, eficacia en la evacuación de agua cuando llueve o, incluso, generándose pinchazos y reventones espontáneos.
Al igual que ocurre con las ruedas, la goma que forma parte de los limpias pueden sufrir alteraciones con el calor y acabar cuarteándose. La pérdida de eficacia de este componente genera una mala evacuación del agua durante las lluvias, así como daños en la propia luna del vehículo que imposibiliten una correcta visión por parte del conductor.
En esta época, la refrigeración del motor se antoja fundamental para que nuestro coche realice su trabajo sin averías. Si a las habituales temperaturas del motor le sumamos un temple cargado, el recalentamiento puede suponer que el líquido no sea capaz de llevar a cabo su función correctamente o bien que el calor lo haya consumido.
Al igual que ocurre con el líquido refrigerante, el aceite del motor también necesita estar en los límites establecidos y los manguitos en un buen estado, ni resecos ni hinchados.
Si hay un complemento necesario y fundamental para nuestros viajes estivales ese es el aire acondicionado. Tendemos a abusar en exceso de su uso, sobre todo cuando nos ponemos en marcha después de varias horas al sol y el habitáculo parece el caldero de Satán. Pero debemos ser conscientes que este mal uso puede provocar la obstrucción de los canales y un deterioro muy rápido de los mismos. Además, el hecho de conectar el aire a toda potencia para una rápida refrigeración del vehículo obliga a un esfuerzo muy grande al motor, que puede sufrir daños.
Para muchos nos sonará a chino o nunca habremos oído hablar de esta válvula, pero es la encargada de la recirculación de los gases con partículas contaminantes. El calor veraniego provoca un aumento cuantitativo de estas partículas y gases, provocando que la válvula EGR aumente su labor. Un daño en este elemento del automóvil genera un daño irreparable ya que la combustión no es la adecuada.
La mejor opción para evitar cualquier avería del coche durante el verano es visitar nuestro taller de confianza. En FirstStop encontrarás un equipo profesional, altamente cualificado, que pondrá a punto tu vehículo para tus viajes de vacaciones. Si bien es cierto que sería lo adecuado, un correcto mantenimiento preventivo propio también ayudará a evitar inconvenientes y daños durante esta época.
Estos son algunos de los consejos que os damos:
1. Evitar dejar muchas horas al sol, optando por meter nuestro automóvil en un garaje o aparcando a la sombra.
2. No conducir durante las horas centrales del día, pues es cuando la temperatura del asfalto es más alta.
3. Los testigos luminosos del coche no mienten, estate atento a ellos y verifica antes de salir y durante la marcha que todo está según los estándares marcados.
4. Revisa los niveles de los líquidos del parabrisas, refrigeración y aceite. Si no se encuentran entre los niveles señalados acude a tu taller para conocer si existen pérdidas o rotura de alguno de los manguitos.
5. Abre las ventanillas de tu vehículo al arrancarlo, esto eliminará partículas que pueden obstruir el sistema del aire acondicionado.
6. Descansa cada menos tiempo, no apures las horas máximas de conducción en verano y lleva siempre agua fresca. Este consejo es para que tu, conductor, no sufras averías, pues eres otro de los elementos importantes de los viajes.
Si no quieres sufrir averías en el coche durante el verano, o cualquier otra época, sigue estos consejos o visita FirstStop. Cuidaremos de tu vehículo como si fuese el nuestro y haremos que tus vacaciones no tengan ningún inconveniente por culpa del vehículo. ¡Encuentra tu taller más cercano!
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