Las ruedas son el elemento que pone en contacto nuestro coche con el asfalto (o el firme sobre el que rodemos en ese momento), el primer punto de enlace que nos transmite información necesaria en la conducción, motivo por el que son un elemento que conviene tener en perfectas condiciones. Las operaciones de mantenimiento a las que se pueden someter son bastante variadas, tanto que en algunos casos puede haber confusión entre unas y otras, como es el caso del equilibrado de ruedas y la alineación de la dirección.
Se trata de dos operaciones que afectan al comportamiento del vehículo, pero aunque el usuario promedio tienda a confundirlas, lo hacen de distinta manera.
El equilibrado de ruedas se lleva a cabo en cada una de manera individual y consiste en ajustar la llanta y el neumático para evitar que se produzcan desequilibrios entre ambos. En caso de no ser correcto se producirán vibraciones bastante molestas cuando circulemos a velocidades de entre 90 y 120 km/h.
Es relativamente fácil encontrar en qué eje se encuentra el problema ya que si es en el delantero las vibraciones se dejaran notar en el volante y el salpicadero, mientras que si afecta al trasero donde más repercutirá será en las plazas posteriores. El desajuste puede producirse por haber tomado un badén o resalto a demasiada velocidad, así como por haber golpeado la rueda con un bordillo.
El proceso de equilibrado de ruedas es sencillo pero no se puede realizar por cuenta propia, hay que acudir a un taller donde puedan comprobar donde está el problema y solucionarlo, algo que se consigue colocando contrapesos. Una vez esté todo en su sitio, la mejora en el confort será patente, reduciéndose ruidos y vibraciones a cualquier velocidad, aumentando la seguridad del vehículo y ralentizando el desgaste no solo de los neumáticos, también de elementos como la suspensión, la transmisión y la dirección del vehículo.
La alineación de la dirección, también denominada como paralelismo, consiste en colocar las ruedas en paralelo en cada eje, así como los ejes entre sí, para ajustar los ángulos. Una mala alineación de las ruedas hace que se desgasten de manera desigual, lo que supone una pérdida de adherencia y con ello se reduce la seguridad.
Se trata de una operación que no se puede realizar por cuenta propia, hay que llevar el coche al taller donde comprobarán y ajustarán tres ángulos en concreto: el de inclinación (o camber), respecto a la vertical; el de convergencia, para evitar que las ruedas miren hacia dentro o hacia fuera; y el de inclinación del eje, que evalúa el que se forma al girar el volante.
Hay ciertos indicios que señalan que existe un problema en la alineación de la dirección. El más claro de comprobar consiste en conducir en una recta sin tocar el volante y observar como el coche se desvía en una dirección, pero también hay otros indicativos como notar la dirección demasiado dura, que el consumo del vehículo sea mayor de lo habitual o que se produzca un desgaste excesivo de los flancos de los neumáticos.
Las causas que provocan un desajuste en la alineación de la dirección son similares a las que hacen que se pierda el equilibrado de las ruedas: golpes bruscos contra badenes, bordillos, resaltos o agujeros en el firme.
Los fabricantes recomiendan hacerlo una vez al año o cuando se recorran entre 15.000 y 20.000 kilómetros, pero también hay que llevarlo a cabo cada vez que se cambien los neumáticos o cuando se roten entre ambos ejes. Esta práctica se realiza debido a que el desgaste de los neumáticos es diferente, normalmente es más acusado en las ruedas del eje tractor, por lo que al rotarlos se consigue un desgaste más homogéneo de las ruedas, alargando la vida útil del juego, con el beneficio económico que eso supone.
Las ventajas de llevar las ruedas alineadas correctamente son muchas y afectan a la seguridad del coche. Si están como deben, la dirección es más precisa, los neumáticos sufren un desgaste menos acusado y se garantiza una conducción más cómoda y estable.
Gracias por leer nuestro post, ahora ya conoces un poco mejor la importancia de tener unas ruedas equilibradas y alineadas. Antes de empezar tu próximo viaje, no dudes en chequear estos aspectos de suma importancia. Además te invitamos a descargar nuestra "Guía reconocimiento visual" para que tengas en cuenta este y otros detalles no menos importantes. ¡Buen viaje!
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