En algún momento de nuestra vida todos hemos llegado a pensar que configurar la radio del coche es la tarea más sencilla del mundo, pero lo cierto es que los vehículos actuales son cada vez más complejos, especialmente en aquellos casos en los que equipamos potentes equipos de sonido opcionales con multitud de ajustes.
Si embargo, todos ellos tienen una serie de parámetros y funciones comunes a los que es muy sencillo pillarles el truco para lograr que la calidad de sonido de la radio del coche mejore notablemente. Es por ello por lo que hoy vamos a indagar en el menú perteneciente al audio y en los parámetros que pueden modificarse para obtener un resultado a la carta.
Lo primero que debemos conocer es dónde se ubican los ajustes del equipo de sonido, para lo cual podemos bien recurrir al manual de usuario del vehículo o bien indagar por nuestra cuenta en los menús. Por regla general, los ajustes para las funciones de la radio se encuentran en el propio menú de la radio del coche, mientras que los ajustes de sonido se localizan en el menú de los ajustes generales del vehículo, dentro del submenú de sonido.
Más allá de las frecuencias AM y FM tradicionales, debemos conocer algunas funciones muy sencillas que pueden aparecer en el display de la radio del coche a la hora de sintonizar nuestra emisora preferida. Es lo que se enmarca dentro del sistema RDS (sistema de datos de radio), que permite recibir señales como información acerca del tráfico a través de ondas de radio FM.
Este sistema permite cambiar automáticamente entre emisoras cuando la calidad de la señal empeora, pasando a otra emisora con mejor calidad para que los ocupantes del vehículo puedan continuar escuchando el mismo programa sin interrupciones. Los iconos más comunes que aparecerán en la radio del coche son los siguientes:
A pesar de que a muchos les parezca evidente el tema del volumen, hay algunos ajustes que hemos de tener en cuenta para lograr la máxima calidad de sonido en la radio del coche. Los coches actuales cuentan con un completo equipamiento que incluye el navegador, las funciones de enmudecimiento, el sensor de ruido y la variación del volumen en función de la velocidad.
Por esta razón, ajustar estos parámetros nos permitirá evitar que la música baje en exceso con las indicaciones de navegación, que el volumen se dispare al circular por autopista a 120 km/h o que los sensores de aparcamiento del vehículo desactiven el sonido al engranar la marcha atrás.
El ecualizador nos permite ajustar individualmente las diferentes bandas de frecuencia en las que se clasifican los sonidos, a fin de evitar picos o resonancias molestas para conseguir una respuesta más lineal. Piensa que una misma audición puede tener una ingente cantidad de frecuencias. Lo importante es que en el coche suelen agruparse en grandes grupos denominados bajos (bass) y agudos (trebble).
Cuanto más completo sea el equipo de sonido, más opciones encontraremos, ya que los vehículos de alta gama con excelentes sistemas de alta fidelidad también disponen de submenús específicos para frecuencias medias y ajustes de intensidad para una mayor cantidad de frecuencias. La clave es ir probando los ajustes con la música que escuchamos habitualmente en la radio del coche.
Algo más común de ver es el subwoofer, aunque no todos los equipos de sonido lo montan. Este altavoz permite reproducir las frecuencias más graves audibles por el ser humano, lo que incrementa la calidad sonora y el realismo musical. Aquellos modelos que lo equipan cuentan con un submenú específico para modificar la intensidad con la que queremos que actúe.
El último de los parámetros que debemos tener en cuenta hace referencia al equilibrio de los altavoces. Por su parte, el balance nos permite nivelar los altavoces de ambos lados del vehículo para que la radio del coche no suene más por un lado que por otro, mientras que el fader es el responsable de nivelar los altavoces delanteros y traseros.
Lo ideal es ajustar ambos parámetros en la posición central, de forma que todos los altavoces rindan al 100%, salvo que nos encontremos en situaciones muy concretas como la de evitar molestar a pasajeros que van durmiendo en las plazas posteriores o que tengamos algún altavoz del vehículo estropeado, por ejemplo.
Aquellos equipos de sonido de alta fidelidad más complejos pueden contar con numerosas funciones adicionales, tales como el sonido envolvente, el sonido en 3D o la imitación de un estudio de grabación, una sala de conciertos e incluso un escenario, por lo que sus ajustes son muy específicos y requieren que vayamos indagando con algo de tiempo cuál es nuestro preferido.
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