Desde el Patentwagen de Karl Benz hasta la actualidad los coches no han perdido un elemento en común, usan ruedas para moverse. También tienen un sistema de dirección y de suspensión conectados a las mismas. Con el paso del tiempo, todos estos elementos pueden perder el ajuste de fábrica más tarde o más temprano.
Después de instalar neumáticos nuevos es recomendable realizar una alineación de dirección, o como se conoce popularmente, el paralelo. Se trata de un proceso en el que cada vez se usan tecnologías más sofisticadas para asegurar que las ruedas de cada eje están totalmente paralelas (sus trayectorias no se cruzarían) y que los ángulos de caída, convergencia… están dentro de unos márgenes de tolerancia.
El simple paso de los kilómetros o la edad pueden provocar un desajuste que puede solventarse en el proceso de alineación de dirección. En ciertas circunstancias este desgaste puede ser más acelerado, como pasar por encima de un bache, un bordillazo al aparcar, pasar un resalto de reducción de velocidad a más velocidad de la que deberíamos, o fruto de una colisión. También puede ocurrir que un componente defectuoso sea el origen de la desviación.
Existen algunos síntomas que ayudan a determinar si necesitamos realizar la alineación de forma anticipada. Idealmente, el volante en posición recta debería implicar que nuestro coche vaya también en línea recta. Si tiende a torcer hacia uno de los lados con mayor intensidad, o si el volante ofrece más resistencia de lo normal en uno de los lados, alinear ya hace falta.
También puede identificarse con ruidos que antes no habíamos escuchado, vibraciones extrañas, sobre todo en el volante, o por un desgaste anómalo de los neumáticos. Normalmente los profesionales nos advertirán en las revisiones o pasos por taller de que una o varias ruedas tienen un desgaste irregular que puede estar ligado a una falta de alineación.
En determinados modelos es normal un desgaste típico, inherente a su diseño, o determinadas formas de conducir o malas costumbres. Por ejemplo, será normal que los hombros exteriores de los neumáticos delanteros estén más desgastados si se toman las rotondas o curvas lentas a más velocidad de la que indican las señales, o se conduce de forma agresiva o deportiva. No comprobar la presión de los neumáticos cuando toca también implica que los neumáticos no se desgasten como deben, uniformemente.
Dependiendo de la técnica que se utilice para la alineación de dirección, los precios están por debajo de los 100 euros, y si nos piden menos de 30 euros seguramente no será un trabajo bien hecho. La máxima precisión se alcanza utilizando sistemas de láser, que detectan desviaciones muy pequeñas y que el ojo no puede ver.
En los modelos con suspensión trasera semi-independiente o de eje rígido, el “paralelo” solo se hace en el eje delantero, ya que en la parte trasera no hay nada que se pueda ajustar. En el eje delantero, como norma general, siempre se corrige algo. Si no se puede completar el ajuste satisfactoriamente, puede que haya que reemplazar algún componente gastado o defectuoso.
Pero todo esto va de lo mismo: seguridad. Los problemas en la dirección, la suspensión, las ruedas o los frenos en casos leves se manifiestan en pérdidas de confort. En casos más graves pueden significar perder el control del vehículo o directamente un siniestro, por lo que la relación coste/beneficio está clara.
No se ha pautado un periodo en tiempo o kilómetros para realizar la alineación de dirección, pero como norma general es recomendable hacerlo al cambiar los neumáticos o permutarlos. No confundir la alineación o el paralelo con el equilibrado.
El equilibrado consiste en ajustar cada rueda individualmente para que sea completamente redonda y no tenga partes que pesen más que otras. Los pequeños desajustes por la construcción del neumático o su estado, e ídem respecto a la llanta, se compensan con pequeños contrapesos o “plomos” que se añaden o retiran cada vez que se monta una cubierta en una llanta.
Un neumático desequilibrado es una fuente de vibraciones, empeora el comportamiento del vehículo y debe ser subsanado lo antes posible en un taller. Ídem respecto a la alineación, si alguno de los síntomas comentados ya los notas, lo mejor es que lo soluciones antes de que vaya a más; no se arreglará solo.
Lo importante es mantener tu vehículo con todas las revisiones hechas y a punto para tu viaje.
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