¿Has probado alguna vez a pulir los faros de tu coche de forma casera? Estamos seguros de que, en más de una ocasión, has oído el mito de la pasta de dientes o la magia de la Coca-Cola para llevar a cabo esta misión. Pero, ¿son realmente efectivos o pueden corroer y dañar los faros y ser peor el remedio que la enfermedad? Hoy os vamos a enseñar qué debemos y qué no debemos hacer para pulir nuestros faros.
No nos es ajena la importancia que tiene contar con un estado óptimo de las luces de alumbrado en nuestro coche. Además de aportarnos visibilidad en la vía, permite a los demás usuarios y conductores conocer cuál es nuestra posición y nuestros movimientos, ayudando de esta manera a evitar posibles accidentes.
El primer punto a tener en cuenta es saber cuándo se deben pulir los faros del coche, es decir, cuándo se ha producido su deterioro y el porqué. La pérdida de transparencia del cristal de nuestros faros suele ser el principal problema, al margen de grietas o roturas del cristal. Las causas de esta opacidad pueden ser, principalmente, dos:
El paso del tiempo y una larga exposición al sol hace mella sobre los mal llamados cristales de los faros. Están compuestos por un material llamado policarbonato y una excesiva exposición a los rayos del sol provocan que se acabe quemando la parte exterior.
Otro motivo por el que se produce su deterioro es el uso de bombillas con una gran potencia o superior a la recomendada. En este caso, el desgaste ocurre en la parte interna del policarbonato que se quema y lo vuelve blanquecino, y que también disminuye la efectividad de las luces y su alumbrado.
Llegamos al apartado que estábamos esperando, saber cómo se pueden pulir los faros del coche a mano. Entre los diferentes materiales para la reparación de las luces del vehículo encontramos el pulimento líquido, un kit con diversas herramientas o los clásicos bicarbonato y vinagre o la pasta de dientes.
Además de las instrucciones que te indicarán cómo pulir adecuadamente los faros del coche, contiene el material necesario para hacerlo. Se trata de la opción más sencilla y rápida pues es acudir a tu taller o tienda de confianza y comprarlo y, ante cualquier duda, puedes preguntar a los especialistas.
Si no quieres gastarte ese dinero, puedes realizarlo tu mismo si cuentas con:
Vayamos, ahora, a la parte práctica de este método:
El uso de la pasta de dientes para pulir los faros del coche es un truco casero muy óptimo cuando el desgaste de los mismos es aún pequeño. Este remedio es muy fácil de aplicar y el éxito es total gracias a las partículas abrasivas que contienen los dentífricos, sobre todo los blanqueadores.
Modo de empleo:
Otro de esos remedios caseros para pulir los faros del coche a mano, realmente efectivos y que pueden ayudarnos a recuperar su funcionalidad total. El proceso se inicia mezclando el vinagre y el bicarbonato, siempre con cuidado pues formará una espuma.
Una vez creada la pasta, el modo de empleo es igual al del dentífrico.
Ahora que ya conoces varios métodos de cómo pulir los faros del coche de forma casera solo tienes que ponerlos en práctica. Nuestra recomendación para realizar este proceso es que estés seguro de los pasos y de contar con los materiales adecuados. En caso contrario, acude a tu taller de confianza donde encontrarás a grandes profesionales dispuestos a ayudarte y dejarte el pulido de los faros perfecto.
Si no estás seguro o segura sobre cómo pulir los faros del coche puedes pasarte por nuestros talleres y estaremos encantados de poder ayudarte ¡Mantén tu coche a punto!
¿Quieres saber más? Volver a todos los consejos sobre neumáticos