Cuando pensamos en la seguridad de nuestros coches siempre nos vienen a la cabeza elementos como el cinturón de seguridad, los airbags o los más modernos asistentes a la conducción. Sin embargo hay un elemento más que pasa muy desapercibido y que encontramos justo bajo nuestros pies, las alfombrillas del coche. Puede parecer que sólo están ahí para adornar, pero nada más lejos de la realidad.
Las alfombrillas de nuestro coche son algo más que un mero elemento estético. No solo recogen la suciedad y la humedad de nuestros zapatos, también son el soporte sobre el cual apoyamos los pies a la hora de conducir. Por ese motivo son un elemento más de seguridad, ya que su buen estado nos garantiza una buena sujeción para los pies, además de tener otras cualidades.
Los materiales más usados en la fabricación de las alfombrillas de coche son: la goma, usadas principalmente en vehículos que van a sufrir una vida dura y un trato extremo, el PVC, que muestran una gran resistencia además de aislar perfectamente el suelo del habitáculo, y las de moqueta. Estas últimas son las más habituales y corrientes dentro de los turismos. También podemos encontrar otros materiales como el curo o la lana, aunque únicamente se usan en vehículos de gama alta.
Para que una alfombrilla garantice la seguridad deben darse dos circunstancias. La primera de ellas es que esté en óptimas condiciones estructurales y de limpieza. Al acumular suciedad encima de la superficie de la moqueta vamos eliminando parte del agarre que nos proporcionan sus materiales. Si el pie no encuentra un apoyo óptimo podemos incurrir en un problema de seguridad.
Para limpiar nuestras alfombrillas basta con dedicarles una mínima cantidad de cuidados. Hay que sacarlas del coche, sacudirlas, y a poder ser aspirarlas con un aspirador potente ya que en el caso de las fabricadas en moqueta el entramado de fibras atrae fuertemente la suciedad, y si se han mojado debemos esperar a que se sequen. También es importante cuidar la limpieza que haya debajo de la alfombrilla, porque de no hacerlo la suciedad puede dañar la parte posterior de las mismas.
La segunda de las circunstancias que deben darse para la garantizar la seguridad es la correcta condición estructural. Con el paso de los años, del uso, y del desgaste habitual, las alfombrillas de moqueta tienden a volverse cada vez menos rígidas, y las de goma o PVC a rasgarse y agujerearse. Esto provoca que la superficie ya no sea uniforme y que una vez más los pies no apoyen correctamente sobre el piso. Esto puede provocar incómodas situaciones donde no podamos trabajar correctamente sobre los pedales, lo que a su vez supone un riesgo para la seguridad.
Lógicamente cuando compramos un coche nuevo las alfombrillas suelen ir en la medida correcta para nuestro coche, es decir que son alfombrillas fabricadas por un modelo en concreto. A la hora de sustituirlas hay que tener muy en cuenta las medidas y las calidades de las mismas. Lo mejor es optar por unas originales, y si optamos por unas generalistas debemos tener muy claro que deben presentar opciones de fijación para que no se muevan.
El que una alfombrilla del coche se mueva puede ser muy peligroso, principalmente si hablamos de la del conductor. La alfombra siempre debe ir bien sujeta y en su correcta posición para no suponer un peligro. Si se desplaza hacia delante puede limitar el movimiento de los pedales, y si se desplaza hacia atrás puede provocar un mal posicionamiento de los pies. Por ese motivo siempre deben estar fijadas al suelo, ya sea mediante velcros autoadhesivos o mediante enganches de sujeción.
La humedad es un mal muy serio que puede dañar estructuralmente nuestro coche. Aunque tenemos materiales aislantes por todos lados, nunca está demás tener cuidado en no ayudar al agua a contaminar el habitáculo, además del olor que suele causar. Las alfombrillas juegan un papel aislante. Son la primera de las barreras de seguridad que hay frente a la humedad y la corrosión.
En el típico día de lluvia no podremos evitar mojar su superficie, pero sí que está en nuestra mano cuidar su mantenimiento. Hay que cuidar la limpieza y la integridad de las alfombrillas de nuestros coches. Si no somos precavidos la vida útil de las mismas se verá reducida drásticamente, por eso hay que prestarles la atención que se merecen porque nuestra seguridad puede estar en juego.
En el mercado podemos encontrar una amplia variedad de modelos, materiales y ofertas. Solo hay que buscar la solución que mejor se adapte a nuestras necesidades, y de esta manera sumaremos un punto extra a la seguridad de nuestros coches. La próxima vez que vayamos a limpiar el coche o cambiar las alfombrillas debemos tener en cuenta estos factores para darnos cuenta que no solo son un elemento estético o de confort.
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