La ITV o Inspección Técnica de Vehículos es un procedimiento por el cual se evalúa la salud de nuestro coche. Cada cierto tiempo hay que pasar por una de las muchas estaciones repartidas por todo nuestro territorio para que el organismo de tráfico determine su viabilidad para seguir circulando. En muchas ocasiones se trata de un sencillo trámite que acaba con un visto bueno, aunque en otras ocasiones se puede convertir en un quebradero de cabeza.
En los últimos años la Dirección General de Tráfico, dependiente del Ministerio del Interior, ha reforzado los test de inspección. La ITV es ahora diferente, más compleja, aunque eso no quiere decir que sea más difícil de superar. La aparición de nuevas tecnologías y reglamentaciones ha provocado que se sumen más puntos de control necesarios para conseguir el apto y poder seguir circulando. Hay que pensar en la Inspección Técnica de Vehículos como un organismo vivo que se actualiza cada cierto tiempo.
La ITV es obligatoria en España desde el año 1987. Desde entonces todos los coches del parque automovilístico tienen la obligación de acudir a la cita de revisión cuando les corresponda. Los vehículos nuevos están exentos durante los primeros años de vida, haciéndose más frecuentes las inspecciones a medida que la edad aumente. En todas y cada una de las visitas a la ITV se debe cumplir los requisitos que la DGT considera necesarios.
Si y no. Los coches han evolucionado mucho en los últimos años. La aparición de nuevas tecnologías ha provocado que los estándares de seguridad hayan sido actualizados. Actualmente las normativas europeas están muy pendientes de las emisiones contaminantes generadas por los vehículos. Y ese se ha convertido en un punto de control muy importante en cada paso por la inspección técnica de vehículos.
Se comprueba que cada coche cumpla con su correspondiente homologación, y para ayudar a superar esta prueba hay algún que otro truco. Antes de acudir a la cita date una vuelta con el coche. Circula durante un buen rato, aproximadamente 20 minutos, y deja que el sistema de escape entre en temperatura. Cuando el coche está frío el catalizador no filtra bien las emisiones, y de ahí nuestro consejo. Una vez estés en la cola de espera mantén el coche en marcha para no dejar que se enfríe. Ya verás como no hay problemas.
Pues la verdad es que tampoco hay muchas novedades al respecto. Como siempre, la inspección técnica de vehículos revisa que nuestro coche cumple con las normas de seguridad. Se comprueba el estado de los neumáticos, el correcto funcionamiento de los sistemas de iluminación, el claxon, los cinturones de seguridad, las puertas y, por supuesto, también se comprueba que las posibles modificaciones que hayamos hecho se adjunten a la homologación prevista.
La mecánica también tiene su protagonismo a la hora de pasar la ITV. Los operarios comprueban que nuestro coche no tiene fugas, que los discos de freno están en buen estado, que el conjunto de las suspensiones trabaja correctamente y que el chasis no se ha visto afectado ante posibles impactos o accidentes. Esa vigilancia no se realiza por placer, si no que se hace por nuestra seguridad.
Lo normal es conseguir el apto. Conseguir la validación, la preciada pegatina y el querido sello acreditativo en la tarjeta verde, la tarjeta de la ITV. Sin embargo, sabemos que a veces ese sueño idílico se trunca por algún problema inesperado. En función del defecto detectado, hay leves y graves, se determina si es posible validar la inspección. Si solo se detecta un fallo leve podremos circular sin problemas, aunque recibiremos un aviso. Por el contrario, si el fallo es grave o muy grave el vehículo puede quedarse inmovilizado en el acto.
En ese caso tendremos la obligación de reparar los problemas detectados y acudir una vez más a la ITV para que vuelvan a inspeccionar el vehículo. Esa segunda revisión es gratis siempre y cuando se realice en un plazo máximo de dos meses. Y por si te lo estás planteando, no se puede circular sin la ITV en regla, en ese caso estaremos cometiendo una infracción de tráfico por la cual seremos castigados con multas entre los 100 y los 500 euros. Si te interesa, estos son los motivos por lo que te pueden tirar en la ITV.
No merece la pena jugársela. La ITV no debe suponer miedo o ansiedades. Lo mejor de todo es ponerse en manos de expertos antes de acudir a tu cita de inspección. Haz que te comprueben los puntos de revisión de la ITV, y así irás mucho más tranquilo. Además, si se detecta antes el problema nos ahorraremos el mal trago y el tener que volver a acudir.
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