La conducción puede llegar a ser muy monótona y aburrida. Pero gracias a Dios tenemos la música para poder distraernos mientras estamos al volante. Los más eclécticos disfrutan de un amplio rango de melodías, grupos y temas, pero sin lugar a duda la música clásica es la más relajante para escuchar en el coche. Pero cuidado, no siempre es aconsejable en el coche, porque se ha demostrado que puede llegar a provocar un efecto adormecedor, y como ya sabéis; a la hora de conducir lo primero es prestar atención a la carretera.
No siempre los coches han tenido equipos de música instalados. Como tal, el primer modelo en disponer de un receptor de radio fue el Ford modelo T, al que se le instaló un pequeño receptor Motorola hace casi 100 años. Curiosamente el extra de la radio tardaría unos cuantos años en extenderse a más modelos. Más adelante, han ido surgiendo más soluciones para los equipos de sonido, desde las ocho pistas, los cassette, los CD y más recientemente los Blu-Ray.
Hoy en día muchos coches ya carecen de la clásica ranura para el cedé. Lo más moderno es la música en streaming o mediante bluetooth. Tan solo se necesita un dispositivo móvil y un equipo preinstalado en el coche para disponer de toda la música del mundo en el coche, incluyendo por supuesto la música clásica. De hecho, muchos modelos modernos llegan de fábrica con sistemas de música en streaming, como Spotify, instalados.
Escuchar las melodías de grandes compositores como Mozart, Beethoven, Bach, Chopin o Chaikovski, entre muchos otros, presenta grandes beneficios para nuestro cuerpo. Diferentes estudios han demostrado que escuchar música clásica en el coche reduce el nivel de estrés. Al igual que se ha demostrado que otro tipo de canciones pueden llegar a sobreexcitar al conductor, aumentando el riesgo de sufrir un accidente y la gravedad del mismo.
Queda claro que la música afecta nuestra capacidad de percepción. Incluso en este campo podemos aplicar la teoría de que el tiempo, a pesar de ser invariable, no siempre transcurre de la misma manera. Sirva como ejemplo que no es lo mismo disfrutar de un minuto de calma y tranquilidad que uno de estrés o molestias. El lapso de tiempo es el mismo, pero mientras uno se pasa rápidamente, el otro se hace interminable.
Con la música en el coche pasa lo mismo. Si acertamos con el tipo de música en nuestro viaje parecerá que el tiempo pasa más deprisa, estaremos más atentos y por lo tanto tendremos menos riesgo de sufrir un accidente. De lo contrario podemos caer en un proceso de aburrimiento y monotonía que elevará el riesgo de accidente por despistes o incluso somnolencia. En este punto también juega un papel importante el volumen.
Si circulamos solos y ponemos el volumen de la radio o la música bajo hará que no escuchemos más que el ruido del motor, del tráfico circundante y de la rodadura. Suena aburrido. Pero si elevamos el volumen demasiado dejaremos de escuchar todo lo que nos rodea, y eso implica que estaremos menos conectados con el resto del mundo, algo que es vital para prevenir situaciones de riesgo o peligro. Así que ya sabes, la música no muy alta, pero tampoco muy baja. Por supuesto, no debemos usar ningún tipo de auricular. Está prohibido y supone una multa de hasta 200 euros y la pérdida de tres puntos del carné de conducir.
Escoger 10 obras entre todas las que se han compuesto en la música clásica es una tarea ardua y casi imposible. Cada uno tendrá su compositor preferido, pero desde aquí hemos querido hacer una pequeña recopilación de algunas de las melodías más conocidas. Con ellas tu viaje no solo se pasará más deprisa, también será más relajante.
Como suele decirse, el destino es lo de menos, lo importante es el viaje, y si es con una buena melodía de fondo, mejor. La música clásica no solo es relajante para escucharla en el coche, también es muy adecuada para romper con la monotonía del asfalto. Tampoco debemos relajarnos en exceso porque podemos elevar el riesgo de sufrir un accidente, y es preferible evitarla cuando viajemos de noche o solos en el coche, porque según que ritmos tienen un efecto adormecedor. De cualquier manera, sube el volumen, ponte el cinturón y disfruta de la banda sonora que te acompañará durante los próximos kilómetros.
¿Quieres saber más? Volver a todos los consejos sobre neumáticos