Viendo los precios al que se está poniendo tanto gasolina como gasóleo resulta muy tentador acudir a gasolineras de menor precio o “low cost”, ya que están claramente por debajo de las tarifas de las grandes marcas y sus estaciones de servicio abanderadas. La pregunta del millón es si pagar menos implica menor calidad del carburante.
En teoría, todos los hidrocarburos que se venden en España han pasado por la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH), cumplen la normativa aplicable e impresa en el Boletín Oficial del Estado, y disponen de aditivos en origen: HQ300 para gasóleo y HQ400 para gasolina. Uno de los factores que elevan el precio en las gasolineras abanderadas es el aditivado adicional del carburante.
Estos aditivos mejoran en teoría el rendimiento de la combustión, por lo que se generan menos residuos de escape y los motores funcionan mejor. En algunos casos se pueden lograr pequeñas variaciones de consumo usando el combustible de una marca respecto a otra, aunque sobre esto no se puede generalizar. Luego hay que echar cuentas para ver si la autonomía adicional compensa el precio pagado de más.
Las diferencias de 20 céntimos por litro pueden significar 8 euros de diferencia a depósito completo. Detrás de los aditivos adicionales no siempre hay evidencias científicas o de laboratorio, simplemente marketing. En otras ocasiones faltan análisis independientes que certifiquen si hay mejoras por pagar un combustible más caro.
Según diferentes profesionales del sector, cualquier muestra de gasolina o gasóleo suministrada en un surtidor español tiene que ofrecer las mismas características físico químicas que establece la normativa. Puede darse el caso de algún empresario codicioso que adultere el combustible mezclándolo con líquidos menos costosos, pero ni mucho menos es lo habitual.
En la última operación policial de relevancia en este sentido, la Casinos-Brulajo, se desarticuló una red que defraudó millones de euros en impuestos y suministró combustible adulterado a gasolineras independientes, mas fueron perjudicadas, no parte de la trama.
El modelo de negocio de una gasolinera independiente o “low cost” consiste en reducir gastos en aspectos que no son valorados por el cliente de la misma forma, como una presencia más sencilla, no estar en los lugares más cotizados, tener menos personal, o directamente no tenerlo (servicio 24 horas automatizado). No significa que escatimen en la calidad del combustible, aunque no es frecuente que añadan más aditivos al combustible de CLH.
La mejor forma de conocer el posible beneficio de un combustible sobre otro comienza con un conocimiento exacto del consumo del vehículo. Para ello hay que anotar sistemáticamente los litros repostados y los kilómetros que se han recorrido. De esa forma se pueden hacer comparaciones a igualdad de trayectos, velocidades medias y condiciones de circulación. Cuanto mayor sea la información, más objetiva será la comparación, pues hay cambios por la época del año, el estado de los neumáticos, el aceite, etc.
Los defensores de los combustibles Premium o de mayor precio defienden que los beneficios se notan con el tiempo, y que de un depósito a otro no arrojan siempre diferencias apreciables. Además, el estado de los depósitos de carburante de las gasolineras y los propios surtidores pueden marcar diferencias dentro de la misma marca y denominación comercial del combustible.
Si no nos fiamos de los controles periódicos de la Entidad Nacional de Acreditación, tenemos derecho a solicitar un recipiente medidor de 10 litros, pedir al surtidor que nos sirva 10 litros, y comprobar que la cantidad suministrada no varía un 0,5% por arriba o por abajo. En caso contrario estaríamos ante un fraude delictivo y se podría denunciar.
Aquellos conductores que estén más preocupados por la calidad del carburante y prefieran, por el motivo que sea, no arriesgarse, pueden aprovechar su fidelidad a una marca específica. Siempre hay algún programa que bonifica a los clientes fieles mediante aplicaciones especiales de pago o tarjetas que ofrecen descuentos porcentuales o de céntimos por litro. Hay combinaciones que dejan el combustible Premium casi a precio de “low cost”. Si el motor responde bien y el consumo no se incrementa, pocas dudas quedarán.
Si te ha parecido interesante te invitamos a que leas nuestro post sobre qué contamina más, el diésel o la gasolina. Y por supuesto, uses el carburante que uses, no olvides mantener tu coche siempre a punto para viajar en nuestros talleres First Stop.
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