Una de las mayores dudas que pueden surgirnos a la hora de comprar un coche es elegir entre cambio manual o automático. Si hace unos años esta disyuntiva ni se planteaba, dada las pocas ventajas del vehículo automático, el crecimiento tecnológico y la eficiencia en el consumo han permitido que cada vez sean más los que optan por la transmisión automática.
Las estadísticas no engañan y España, más concretamente los españoles, han optado siempre por el automóvil con caja de cambios manual. Por ejemplo, en 2018 las matriculaciones de coches automáticos rondaba el 17%, muy lejos de países como Dinamarca o Reino Unido, por encima del 40%.
Sin embargo, la tendencia alcista del vehículo automático pone en duda la hegemonía de esta estadística y de los automóviles con cambio manual. Y es que a finales de 2020 el porcentaje de este tipo de coches subía hasta el 31%, acercándose a países como Francia o Países Bajos. ¿Seguirá el auge de los automáticos? Nos aventuramos a decir que sí...
Echando un vistazo una década atrás, las cajas de cambio automáticas estaban destinadas, en su mayoría, a vehículos de alta gama. Además, elevaban el consumo de combustible y contaban con un mantenimiento elevado. En otras palabras, este tipo de transmisión estaba reservada para ciertas personas con un alto poder adquisitivo.
A día de hoy la tecnología ha permitido reducir muchos de estos hándicaps con los que contaban, transformándolos en claras ventajas a la hora de decidir entre uno u otro tipo de caja de cambios:
Si bien es cierto que todavía les queda margen de mejora, el consumo de combustible se ha visto altamente reducido gracias a la caja de cambios automática de doble embrague. Esta nueva tecnología tiende a ser más rápida que un conductor con el cambio manual, otorgando agilidad y suavidad en la conducción.
Hay quien dice que si pruebas un coche automático no vuelves al cambio manual nunca más. Suponemos que habrá multitud de opiniones en este punto, pero lo que sí está claro es que el cambio automático es mucho más cómodo a la hora de conducir. Acelerar y frenar, nada de pisar embrague, meter marcha, soltar suavemente embrague, acelerar, etc.
Evidentemente, la sencillez y agilidad de conducción que ofrecen los vehículos automáticos conlleva una mayor seguridad. El conductor tiene las manos siempre puestas en el volante y con la vista puesta en la carretera.
Los amantes de la conducción cuentan con un claro punto a favor que convierte el cambio manual en el mejor de todos. Esa sensación de control absoluto sobre el vehículo, ese juego emocional entre coche y conductor, que hace que ambos se saquen el mayor partido no es comparable con nada.
El vínculo que se crea con el vehículo manual, la conexión entre máquina y ser humano eleva la práctica de la conducción al Olimpo, y eso es algo contra lo que el cambio automático no puede luchar.
Otro de los puntos a favor que no podemos olvidar es el económico, pues los coches de cambio manual suelen ser más baratos y contar con un mantenimiento mucho más económico que los automáticos.
En definitiva, la elección entre cambio manual y automático es una cuestión muy personal basada en diferentes aspectos. Nosotros hemos detallado las ventajas que hoy en día tienen los coches automáticos, gracias al desarrollo de nuevas tecnologías, pero el componente emocional puede seguir haciendo que nos decantemos por el cambio manual de toda la vida.
Si tienes alguna pregunta sobre cómo funcionan cada tipo de cambio, te invitamos a que te acerques a cualquiera de nuestros talleres FirstStop donde nuestro equipo de grandes profesionales solucionará tus dudas.
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