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Todo lo que necesitas saber sobre la rueda de repuesto

En el amanecer del automóvil era un problema relativamente frecuente al circular por caminos de tierra el sufrir un pinchazo. Con las vías asfaltadas es menos probable, pero sigue ocurriendo alguna vez. Para enfrentarse a dicha eventualidad está la rueda de repuesto o un sistema equivalente. En los primeros automóviles estaban muy accesibles, pero actualmente muchos coches ni siquiera la llevan.

 

La tecnología aplicada a los neumáticos hace que sea muy difícil pinchar, especialmente cuando se utilizan sensores de presión de neumáticos (TPMS), que avisan de una pérdida de presión con margen suficiente. El conductor ha de poner de su parte, vigilando el estado general de las cubiertas y que no queden con una presión insuficiente que pueda aumentar los riesgos de circular. La presión de la rueda de repuesto también hay que vigilarla, no vaya a ser que, cuando más falta nos hace, esté desinflada.

¿Es obligatorio llevar una rueda de respuesto?

 

Durante mucho tiempo fue obligatorio tener una rueda de repuesto a bordo del coche o furgoneta para poder continuar circulando después de un pinchazo o reventón. Actualmente no es así, la normativa nos permite dejar la rueda de repuesto en casa -o no tenerla-, pero obligatoriamente necesitaremos un sistema equivalente que permita nuestra movilidad.

 

Es el momento de recordar que hay que contar con todas las herramientas necesarias para afrontar un pinchazo, un chaleco reflectante homologado de alta visibilidad, pareja de triángulos o un distintivo homologado V-16. En caso contrario se incurre en una infracción que se salda con sanción de 200 euros.

Todo lo que necesitas saber sobre la rueda de repuesto

¿Qué otras opciones hay?

 

Considerando eso, tenemos cinco opciones:

 

 

1) Rueda de repuesto del mismo tamaño 

 

Es la opción más cómoda, especialmente en vehículos medianos y pequeños. La rueda pinchada puede reemplazarse por otra de la misma dimensión, por lo que se puede circular como siempre, con el matiz de que la rueda de repuesto seguramente está menos gastada que las demás. En algunos coches esto simplemente no es posible por el espacio que ocupan, sobre todo en medidas grandes.

 

 

2) Rueda de respuesto reducida o equivalente

 

Supone un ahorro de peso y espacio, y si bien no es una solución tan buena como la del mismo tamaño, permite continuar la marcha con pocas preocupaciones. El equilibrio del vehículo ya no es el ideal, pero se puede circular temporalmente con normalidad. No se podría pasar la ITV con neumáticos equivalentes en el mismo eje, pero sí es posible que sean equivalentes por parejas (izquierda y derecha).

 

 

3) Rueda de respuesto temporal o "Galleta" 

 

Es una solución de emergencia y de uso estrictamente temporal. No se recomienda circular más de lo imprescindible para acudir a un taller, y hay que respetar a rajatabla la limitación de velocidad indicada en el neumático de sustitución, por ser mucho más estrecho de lo normal. En recta no se nota tanto, pero tomando curvas ya se percibe una diferencia importante, como si el coche fuese cojo. Su duración es muy inferior a la de un neumático normal por el esfuerzo que tiene que hacer en relación a su tamaño.

 

Las ventajas de esta solución son evidentes, ocupa menos espacio, pesa menos, y a nivel físico es menos exigente poner una rueda de repuesto temporal que una del mismo tamaño. Otra cosa es qué hacemos con el neumático y llanta averiados, que incluso desinflada sigue pesando lo suyo y ocupando espacio en el maletero.

pinchazo en una rueda

4) Sistema de reparación de pinchazos

 

Se puede prescindir del neumático de repuesto, algunos fabricantes no permiten elegir esto, otros nos cobran una cantidad simbólica -como 50 o 100 euros- por disponer de ella. Si la rueda no va a bordo, debe haber en su lugar un kit de reparación de pinchazos, que se compone de un fluido autosellante y una bomba de hinchar. Solo sirve para reparar pinchazos de forma temporal, es inútil frente a un reventón o pinchazo de cierto grosor.

 

Estos kits permiten legalmente circular sin rueda de repuesto, pero hay que tener en cuenta que, los hayamos usado o no, los líquidos caducan en unos cuatro años y tienen que ser reemplazados. Además, un neumático con el que se haya usado este kit requiere reparación definitiva en taller y cierta mano de obra, así que no es siempre lo más económico. A los fabricantes les gusta más esta solución porque se alivian peso y emisiones del vehículo al homologarlo.

5) Neumáticos autosellantes o run-flat

 

Algunos fabricantes ofrecen en determinadas gamas y dimensiones neumáticos que pueden seguir circulando sin aire, o que pueden repararse con un sistema interno. El sobrecoste por neumático puede merecer la pena si nos evita el trámite de tener que cambiar un neumático o tratar de repararlo con un kit, no siempre en las mejores condiciones de luz, de temperatura o de seguridad.

 

Las normas no nos obligan a realizar un cambio de neumático si no sabemos o es poco seguro hacerlo, pero tenemos la obligación de reducir los riesgos a los demás mediante señalización (triángulos o V-16) y pedir ayuda a la asistencia en carretera.

un hombre sonriente con traje de negocios y los brazos cruzados

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