Llega la temporada más fría e impredecible del año. Con la llegada del frío, las condiciones de la carretera pueden variar rápidamente en cuestión de minutos. Hay que estar preparado para todo y, por eso, debemos llevar siempre todo lo necesario para poder afrontar condiciones climatológicamente extremas. Los neumáticos y cadenas de nieve se vuelven elementos imprescindibles para la seguridad en estas situaciones.
Las cadenas de nieve son ese tipo de detalle del que nadie se acuerda hasta que las necesitamos. En el mercado existen muchas opciones diferentes, y desde First Stop queremos explicarte qué tipos hay y cómo escoger las mejores para tu coche.
Aunque no sea obligatorio llevar cadenas de nieve en el vehículo sí que pueden sancionarnos duramente si circulamos sin ellas cuando son necesarias. La multa puede oscilar entre los 180 euros para un turismo, y los 500 euros, si hablamos de vehículos pesados de más de 3.500 kgs. Pero el aspecto económico no es lo importante, la seguridad sí y, aunque todos pensemos que cualquier cadena vale, hay diferentes opciones que nos pueden venir mejor o peor. ¡Vamos a descubrirlo!
Las cadenas, de cualquier tipo, siempre deben ir instaladas en las ruedas motrices del coche. En cualquiera de estos casos conviene practicar previamente la instalación ya que puede llegar a ser muy complejo en función de la situación en la que nos encontremos. Además, no hay que olvidar que siempre serán necesarias cuando la temperatura exterior sea baja, por lo que cuanto menos tiempo dediquemos a su instalación, menos tiempo tendremos que sufrir las bajas temperaturas.
Una vez puestas las cadenas de la nieve, sin importar el tipo, se recomienda circular bajo las más estrictas medidas de seguridad. No debemos superar los 50 kilómetros por hora porque, de lo contrario, las cadenas perderán gran parte de las propiedades que presentan, sobre todo las de tela. En caso de llevar cadenas de nieve convencionales el exceso de velocidad puede producir serios daños mecánicos a nuestro coche. Y, en todos los casos, como es lógico, una vez superada la zona de peligro hay que retirar las cadenas de las ruedas.
Conviene no olvidarse del neumático de invierno, posiblemente la mejor solución ante la temporada invernal. Cuando la DGT obliga el uso de cadenas en un tramo de carretera, también incluye a los neumáticos de invierno. Este tipo de gomas presentan un comportamiento y un agarre excelentes en condiciones de frío y baja adherencia. Son caros, pero nos ahorrarán el tener que montar y desmontar las cadenas de nieve durante todo el invierno. De hecho los compuestos más avanzados permiten su uso en verano.
A la hora de comprar unas cadenas de nieve para nuestro coche tenemos que tener muy en cuenta el uso que vamos a darles. Si las vamos a usar de forma muy puntual puede que las cadenas de tela sean nuestra mejor opción. Si, por el contrario, optamos por soluciones más tradicionales como las cadenas metálicas, no está de más practicar antes de llegar a un punto complicado. Hay que estar atentos a que las medidas sean las óptimas y las correctas para nuestros neumáticos y, en caso de duda, consultar con un experto y seguir siempre las instrucciones de instalación.
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